Os contaba ayer a todos que el periodismo, ese que nos cuenta esa milonga que reza que sólo ellos saben difundir información veraz y contrastada, ha sucumbido al maremoto de información de ese juguete “guay” que han descubierto recientemente y que no es otro que el ya crecidito en años pájaro azul de Twitter.

Desde hace meses esta herramienta se ha convertido en un surtidor desenfrenado de noticias y tredin topics, de los que se nutren infinidad de diarios y programas de radio y televisión, para rellenar sus ya de por sí deficientes contenidos de producción propia.

Parece ser que para el actual periodismo, la meta final de su trabajo es el simple titular sensacionalista por el que tantas veces han denostado al bloguerismo tradicional. Ya casi todos tienen twitter. Ya casi todos interactúan con sus followers. Ya casi todos chorrean miel por los oídos a causa de los lamedores de orejas profesionales que piensan, que por hablar de tú a tú con ellos, son poseedores de su amistad y reconocimiento.

El error en que el actual periodismo tradicional cayó ayer, es el mismo en que la mayoría de los bloguers caímos alguna vez superados por la velocidad de un twitter exacerbado que emite pitidos de actualización constantes; se creyeron a pies juntillas lo que un simple tuit decía.

Y sin contrastar, sin  preguntar, sin indagar, se lanzaron presurosos a escribir sobre una muerte que no había ocurrido. Es cierto, no es la primera ve que ocurre ni la última, pero si la primera en la que todo ocurre ante la estupefacta mirada de quienes siempre fueron criticados por ser el caldo de cultivo ideal para caer en esos errores y protagonizada por quienes acusaron a los primeros de ello mismo.

Tal vez los periodistas que de un tiempo para aquí se han interesado por las nuevas tecnologías y el twitter en particular, deberían aprender dos lecciones que la mayoría de nosotros ya sabemos y que fueron dictadas hace muchos años por otros que ni siquiera llegaron a imaginar una herramienta como ésta.

Como en su día dijo Gabriel García Márquez; “Primicia es el primero que lo cuenta bien”. La segunda frase que os traigo fue dicha por Thomas Burg, responsable de la primera conferencia mundial sobre blogs allá por el 2005, en referencia a lo que eran los blogs; "La Web no es una biblioteca, es un flujo de sucesos y conversaciones", que traído al universo twitter se podría traducir en un simple; “Twitter no es la agencia Reuters”.

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