En medio de una crisis galopante que no acaba, Jose Luis ha decidido convocar primarias en su partido para que sus congéneres elijan a quien será el sucesor del ordeno y mando en el aparato del partido Socialista. Es democracia pura y dura. De la buena. De la que escasea.

Al otro lado del río hay otro partido, menos dado a escenificaciones de ese tipo, que basa sus liderazgos en dedazos que aseguran continuidades en políticas y discursos que pocas veces desorientan al votante que no participa activamente en el devenir de las decisiones del partido.

Son dos formas distintas de entender la política. Dos formas de llevar la autoridad en casa. Y por supuesto, dos partidos distintos que tienen una meta común, ganar las elecciones.

El resto, todo lo que se dice a uno y otro lado de la trinchera, las comparaciones entre partidos y la legitimidad que dan a unos las primarias frente a los dedazos de los contrarios, no son más que eslóganes copiados de la mesa del director de campaña, que no sirven más que para intoxicar a los contrarios con pareados asonantes que buscan hacer sangre donde todo el mundo sabe que no hay más que horchata.

A mi me da igual que un líder se elija a dedazo o en primarias. A mi, lo que me importa de verdad, es lo que éste haga cuando acapare el poder en liza. Desde luego, nadie me podrá negar nunca que hay personajes que se convirtieron en presidentes de España gracias a unas elecciones y que fueron la perdición del reino aún cuando estaban sostenidos por la madre de todas las elecciones democráticas, unas elecciones generales.

Así que ya me dirán ustedes qué podemos esperar ahora de unas primarias en las que los filos de navajas cortarán el aire como si de estrellas ninja se tratara…

3 Comentarios:

    El mayor problema que está viviendo nuestra sociedad es la falsa ilusión de que los problemas se solucionan mejor en consenso social. Y eso no siempre es cierto.
    Unas primarias pueden legitimar al candidato pero para nada asegura esto que su preparación sea lo suficientemente buena como para gobernar un país.
    Lo mismo es aplicable al 'dedazo'. Desde que los intereses individuales están por encima de los comunes, este país comenzó su particular deriva.
    Eso es lo que creo.

    Un saludo.

    @Luis I. Díaz estoy contigo. Una cosa es ser elegido y otra muy distinta valer para aquello para lo que se te ha elegido.

    Si, ciertamente es un poco absurdo que se discuta la forma. Lo que importa como tu señalas es lo que hagan una vez están en el poder, y es aquí donde Zapatero no sale muy bien parado.
    Un Saludo

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