Escribe hoy en El País Jose Saramago un artículo en defensa del Juez estrella Garzón.

El mismo Garzón que, no siendo deportista de élite, no siendo ciclista ni futbolista o tenista, hizo universalmente conocido y respetado el nombre de España. El mismo Garzón que hizo nacer en la conciencia de los españoles la necesidad de una Ley de la Memoria Histórica y que, a su abrigo, pretendió investigar no sólo los crímenes del franquismo sino los de las otras partes del conflicto. El mismo corajoso y honesto Baltasar Garzón que se atrevió a procesar a Pinochet, dándole a la justicia de países como Argentina y Chile un ejemplo de dignidad que luego sería continuado. Se invoca en España la Ley de Amnistía para justificar la persecución a Garzón pero, según mi opinión de ciudadano común, la Ley de Amnistía fue una manera hipócrita de intentar pasar página, equiparando a las víctimas con sus verdugos, en nombre de un igualmente hipócrita perdón general.

Habría que recordar que esa misma ley de Amnistía que ahora José se empeña en criticar, fue la misma que utilizó este mismo juez para deshacerse de la actuación en contra de Carrillo.

En esa ocasión, Garzón desestimó «de plano» la querella y acusó a sus promotores de «mala fe procesal» y de «abuso del derecho» porque, según adujo en su auto, «con el respeto que me merece la memoria de las víctimas, no puede dejarse de llamar la atención frente a quienes abusan del derecho a la jurisdicción para ridiculizarla y utilizarla con finalidades ajenas a las marcadas en el artículo 117 de la Constitución Española y los artículos 1 y 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, como acontece en este caso». Pese a que los inspiradores de la querella pensaron que su empeño podía ser viable porque en esa misma época Garzón había hincado el diente al «caso Pinochet», el juez estimó también en su auto que «los preceptos jurídicos alegados son inaplicables en el tiempo y en el espacio, en el fondo y en la forma». En consecuencia, Garzón concluyó que no cabía recurso alguno y consideró que «queda en tela de juicio la deontología profesional de quien tan a la ligera se toma las normas básicas de nuestro ordenamiento jurídico».

Habría que recordarles a algunos que la misma ley no puede ser válida para unos y diferente para otros. En la misma guerra todos los crímenes deben ser de lesa humanidad o no serlo ninguno. Yo seré el primero que se ponga manos a la obra para recobrar la memoria histórica, pero primero metan en la cárcel al asesino que fue y es Santiago Carrillo.

Santiago_Carrillo PARACUELLOS

Mientras tanto dejen a los muertos donde están y dedíquense a solucionarles la papeleta a los vivos.

4 Comentarios:

    Pon en una balanza el trabajo de Garzón y en otra estas chorradas y veras lo que sale.
    Que larga es la sombra de Franco!

    No es eso Logio. Pon en una balanza la vida pública de cualquier persona y luego ve y ten un accidente. Cada uno debe pagar por sus crímenes, incluidos los que hacen el bien por su país.

    Lo mismo que nos arrancábamos la piel a tiras cada vez que un artista decía que había que perdonar a Farruquito porque él hacía mucho bien al mundo del arte con su baile. Lo mismo que todos esos que dicen ahora que habría que olvidar la violación que cometió Polanski cuando no ha pagado por ello solo porque ha realizado buenas películas...

    Joder, que es que ahora parece que en función de quien seas y representes puedes ser o no juzgado por tus crímenes... Eso si que es Franquismo y no lo que pido yo, que es simple justicia.

    Que no Toni, que no, que ha metido el dedo en demasiadas heridas, eso es todo.

    Bueno lo que tú digas Logio. Si solo queremos ver odios y tejemanejes es nuestro problema no el de la justicia.

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