Vista la vereda neoliberal (así la llaman algunos) que ha decidido tomar la cúpula del poder Socialista en éste maquiavélico último tramo de legislatura, bien le vendría a España y a ese partido en particular una rebelión interna de descabalgara a Jose Luis de la montura que insensatamente nos conduce al desvarío y la confusión de la mitad de los votantes de éste país.

No seré yo quien ponga el grito en el cielo para criticar una decisión política que me supera. Pero sí creo que deberíamos arrimar el hombro para desterrar a quien, amparándose en ideologías para después traicionarlas, convierte a sus votantes en zombis desvalidos que deambulan, con la papeleta del voto en la mano, en busca de una urna donde depositarla que ya no existe.

Si hay algo que la democracia necesita es un contrapeso al poder vigente. Es cierto, nuestro actual ordenamiento no favorece la cooperación interpartidista sino que más bien por el contrario la penaliza. Pero aún así los ciudadanos podemos confortarnos con la idea de que la próxima vez nuestros intereses sí que podrán ser defendidos por el contrario.

Aunque para mi Jose Luis esté haciendo exactamente lo que se debería haber hecho hace ya mucho tiempo, debo reconocer que ese no será el caso de casi la mitad de quienes votaron hace cuatro años. Un partido que traiciona deliberadamente sus ideales, esos que le otorgan los votos que consigue en las urnas, además de abandonar a su suerte a sus votantes, lo que hace es negarles un referente con el que guiar su próximo voto.

A quienes como yo pensamos que lo mejor que le podría pasar a España es que ganara el PP el próximo 20N, no nos puede alegrar la deriva errática y convulsa de un presidente que está dejando huérfano de padre a toda una institución como el Partido Socialista. No podemos alegrarnos de que se tomen unas medidas que nunca deberían haber nacido de un partido de izquierdas, entre otras cosas, porque una vez dado ese paso nunca se podrá confiar al cien por cien en los ideales de ningún partido. Menos en los de alguien capaz de sucumbir a los mercados por el mero placer de mantenerse en el poder dos o tres meses más.

3 Comentarios:

    Es cierto que en mi vida vi a un político que empezara tan a la izquierda y acabara tan a la derecha como Zapatero, parece que haya sufrido una mutación, en cambio Mariano ni se ha movido un milímetro de la derecha... nada, es igual lo que pase que el no se sale de su casilla ni a mear.

    Y los demás no existen.

    Los demás sí que existen, lo que ocurre es que entre los dos representan al 80% del voto y hay un 40% que ahora mismo y por culpa de ZP no tiene representación...

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