Parecen ingenuos quienes no se hartan de pedir que uno sea ecuánime, moderado, tirando a blandengue, pero olvidan que los blogs son justamente lo contrario de lo que predican. Un blog neutro, sin aristas, plano en su definición más arriesgada no sería recordado nunca. Es más, ni siquiera quedaría retenido en la retina del lector ocasional. Sería un panfleto más de los millones que hoy pueblan la red de redes.

Por si fuera poco a un servidor de ustedes no le salen artículos de esa calaña. A los blandos me refiero. Es cierto que alguna vez conseguí hilar muy fino en mi subconsciente y parí sin darme cuenta algún que otro post dulce a los ojos de la mayoría. Pero ese no es mi fuerte y por eso no me esfuerzo en lograrlo. Yo soy así, agrio, directo y acostumbradamente errado en mis conclusiones.

Escribir es algo más que juntar cuatro letras para darles sentido. Además hay que hacer que tengan sentimiento. Que transmitan lo que de verdad se quiere decir. Que reflejen lo que el autor piensa de verdad sin maquillajes que falseen lo dicho. Es más que todo eso que me piden a veces en comentarios y correos electrónicos, porque de otra forma seguramente pocos o ninguno se interesarían en leer lo que pongo negro sobre blanco.

Y no es que a uno le guste resultar faltón. No es que crea que con ello conseguirá más audiencia. Simplemente es que quien aquí escribe no sabe hacerlo de otra forma. No sabe disimular sus pensamientos, sus deseos, sus aseveraciones. Y no pretende tampoco hacer cambiar a nadie de opinión con sus escritos. Ya se librará cualquiera de seguir consejos de alguien cuya máxima aspiración fue siempre sobrevivir en un mundo donde se le obligaba a trabajar.

Y es que claro, uno siempre deseó haber podido vivir a la sopa boba. Sin trabajo. Sin obligaciones. Sin tareas monótonas que hacer. Dedicarse a lo que más le gustara. Saltarse ese momento de la vida en que uno irremediablemente equivoca la vocación y elige la profesión errónea.

Uno hubiese preferido ser periodista en lugar de camionero. Pero claro la vocación le llegó a uno tarde. En concreto unos quince años tarde. Ya ven, fue necesario comenzar a escribir mi blog, hace seis, para darme cuenta de cuánto me interesaban las cosas que ocurrían a mi alrededor. Para cuando reconocí mi verdadera vocación profesional servidor ya era un camionero de tomo y lomo, tenía una familia que alimentar y unas obligaciones hipotecarias de las que responder, y la carrera, comenzando porque uno ni siquiera tiene el Bachillerato, es un imposible que a duras penas es ni siquiera imaginable.

Pero claro uno siempre encuentra un sustitutivo de lo que anhela y yo encontré en los blogs lo que de forma profesional nunca podría conseguir. Y por eso mi forma de escribir, de expresarme y de decir. No soy profesional y tampoco lo pretenderé ser nunca. Pero al menos dejen que escriba y diga lo que piense sin tener que revisar mis formas cada vez que aporreo el teclado con las manos convertidas en pezuñas, entre otras cosas, porque ustedes en mi lugar harían lo mismo. ¿verdad?

4 Comentarios:

    "Yo como seudónimo de mí mismo, sucedáneo de nadie" Yo porque no tengo ganas de na, pero de tenerlas haría lo mismo, saludetes ;)

    @danimlg pues eso mismo jejeje

    Amigo, 49 años tardé yo en encontrar mi verdadera vocación y para ello fue sin querer y sin buscarla.
    He de decir que antes tuve otras, ya que primero quise ser gigoló, millonario, humorista y ahora pintor.
    Y quieto que la cosa no queda aquí, pues la vocación de convertirme en un jubilado anticipado cada día cobra más fuerza en mi cabeza.
    Si tengo la misma suerte que hasta ahora, apuesto un huevo y medio a que el víspera de jubilarme la palmo.

    En fin, tú sigue siendo el mismo y escribiendo como hasta ahora, y no desistas, que conozco gente mayor que siendo un currante como tú y como yo, tuvo tú misma vocación y llegó a sacar la carrera de periodista, lo cual dicho sea de paso sólo le sirvió para presumir.

    @m4n010 la verdad es que los dos somos unos incomprendidos sociales amigo mio juas!

    Así que Gigoló...si ya se te veía madera en esa foto del retrete jejeje

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