Dirán muchos que las estadísticas de este blog, siempre secretas para todos menos para mi y un misterio que nunca les será desvelado al menos de momento, son bastante pobres como para que entre éstas quepa el calificativo de satisfactorias, pero para servidor no importa tanto la cantidad como la calidad de las mismas para hacerlas merecedoras del mismo.

Este blog se ha mantenido a flote con la simple vocación de servir de medio de comunicación personal de quien escribe estas letras. Y eso convendrán conmigo en que es complicado si vemos en toda su extensión a la blogosfera y nos alejamos de esa querencia por simplificar todo cuanto hay en ella en esa fatídica frase que siempre alguien acaba pronunciando en los comentarios de este tipo de entradas:

Yo escribo para mi y lo que los demás crean me es indiferente. Mientras me guste a mi lo demás no importa.

Siento disentir mucho con esa idea anticuada que denota una falta de ambición imperdonable, en quienes desde sus casas, se toman su tiempo en elegir un tema sobre el que hablar y el sudor de la frente en darle forma para presentárselo a sus lectores.

Sean pocos o muchos, decir que no te importa lo que los demás crean o dejen de creer, es un síntoma claro de falta de respeto hacia ellos.

Un autor no puede decir que no le importa. Un autor tiene que denotar un profundo respeto hacia sus lectores. Un autor, aunque no lo quiera creer, se somete con cada pulsación de teclado a un juicio final que lo llevará hacia el ostracismo del olvido y la apatía, o hacia la lujuria de la gloria que provoca el saberse leído por personas que perdieron su tiempo, su precioso tiempo, en leer lo que él un día decidió parir para el blog.

Si además tenemos un blog que nunca pidió un enlace hacia sí.

Un blog que nunca se vendió en pos de una mención en otros blogs. Un blog que simplemente llegó a sus lectores de manos de sus palabras y opiniones. Un blog que no dudó nunca en decir lo que pensaba y que por ello sufrió desdenes y rechazos varios. Un blog que siempre pensó que los que había eran los mejores, pero siempre había otros que podrían estar y que para conseguir que se fijaran en él solo necesitaba una cosa, seguir como hasta el momento y no caer en el error de spamear y falsear falsos seguimientos para procurarse un nuevo lector en el blog…

Si tenemos eso, entonces hay que decir que somos afortunados.

Y yo lo soy porque ese blog es el mío. Porque aunque para ustedes ver en los Readers a 254 personas pueda parecer un fracaso tras tantos años en esto de la blogosfera, tengo la responsabilidad de decirles que caen en el error de tomar las cifras como fríos datos estadísticos y se olvidan de que tras ese 254 hay otras tantas personas que leen semanal o mensualmente lo que este pobre diablo tiene a bien escribir.

Doscientas cincuenta y cuatro son muchas personas decididas a leer a un servidor si tenemos en cuenta lo poco que me prodigo últimamente en la blogosfera. Y yo estoy muy orgulloso de haber llegado a todas ellas sin mentiras, sin trampas, sin donarles la píldora. Leen lo que escribo sin pensar que estoy obligado a leerlas a ellas (aunque yo de veras lo intente con ahínco todos los días), y aplauden o rebaten mis opiniones desde el más profundo de los respetos sin intentar que un servidor cambie de posición (aunque en realidad no renuncien a ello), sabedoras de que yo, en mi humilde morada, no deseo sólo a personas que me donen la píldora, y que respeto en mayor medida a quienes disienten de mi ya que son ellos, y no los que siempre dan la razón, los que me ayudan a sopesar mis errores y a rectificarlos si es necesario.

Dirán algunos que son muy pocos lectores los que han acabado en este blog.

Y yo deberé darles la razón porque éste no es un blog de masas aunque siempre lo pretendió ser. Pero del mismo modo he de reconocer que los que están, esos que cada día entran a ver qué se cuenta este pobre camionero, son los que son aunque en realidad no sean todos los que podrían ser.

Yo me siento feliz. Y me siento así porque he llegado a este punto sin tener que renunciar nunca al ideal que me puse como leitmotiv para el blog:

Sinceridad, opinión y sobre todo respeto hacia los lectores.

Gracias por estar ahí.

10 Comentarios:

    De acuerdo contigo, porque si te leen, ya te sientes satisfecho, por la mera visita, aunque diré que como te leo desde el reader, la más de las veces no vengo por aquí a dejar mi comentario...pero trato de hacerlo, cuando me gusta lo que leo, cuando estoy de acuerdo con lo leo, cuando discrepo con lo leo...porque dejar un comentario es dejar una huella. Recuerdo aquel post tuyo que hablaba de mis dos lectores de feed, ahora tengo 6, aunque fluctúan, pero me siento contenta igual, también tengo 180 seguidores (todo un logro), aunque de esos son siempre los mismos los que comentan...y trato de escribir para mí, pero también para ellos y si les gusta lo que escribo me siento contenta, si le alegro a alguien el día con lo que escribo o lo hago pensar...mayor satisfacción...porque lo más importante es comunicar sentires y pensares....besos

    @Marita eso es justamente a lo que me refería. Es cierto que nos debe gustar los que escribimos, pero no podemos caer en la bajeza de negar que también lo hacemos para los que lo leen. Negarlo es cínico e irrespetuoso con quienes perdieron su tiempo en leerlo.

    Ahora tienes seis lectores. Seis personas que se interesan por lo que escribes, por lo que sientes, por lo que transmites. Son seis personas, que son muchas más que tú sola, exactamente seis más. Y eso siempre conlleva una responsabilidad, la más alta, ser leal a uno mismo y no engañarlos y hacerles creer que leen a alguien que no eres tú en realidad.

    Sinceridad Marita, eso es lo que normalmente los buenos lectores de blogs siempre esperan de los autores de las bitácoras que deciden leer, sinceridad y capacidad de rectificación.

    Escribir para los que leen es complicado, últimamente estoy pensando en dejar esto, tengo claro que siempre escribiré bajo mi sinceridad hasta que me canse de aguantar tanto necio y necia, escribo y me conoces bien, estén los que lean de acuerdo con lo que digo o no, y no porque escriba lo que quiero, sino porque soy libre de expresar lo que siento.

    Un abrazo y que sepas que yo no te leo, te disfruto.

    @Senovilla jejeje y yo que me alegro de ello amigo mio. Pero eso si, no te dejes influenciar por las críticas destructivas y aprende a diferenciarlas de las que sabías ya que podían venir tras lo de Convivencia como por ejemplo el comentario de maxchufa, que era de esperar y no por ello menos certero y real.

    Últimamente esto de los blog está muy calentito, ahí tenemos el caso del bueno de Senovilla, escribe lo que cree oportuno pero los que dicen llamarse defensores de la libertad de expresión son los primeros en censurarle. Así están las cosas, por suerte yo de momento me libro.

    Un saludo, y que nada nos haga dejar de pensar lo que nos parece mejor.

    @Luis I. Díaz dí que sí. Las cosas por allí están que arden :))

    No tener mucho tiempo para seguir a la blogosfera, aprovechar el poco que hay para escribir y encima tener un teclado que casi reniega de escribir la c, v, q, acentuar y poner una mayúscula... tiene la ventaja de no enterarme de su actualidad, limitarme a leer a quien me gusta leer y quedar al margen de la polémica, las tendencias y la popularidad.

    Aunque, soy sincero, yo escribo para ser leído y la popularidad puede atraer una interesante masa de lectores. Yo sueño con vivir de lo que escribo.

    Como siempre, el mejor bloguero-camionero que conozco, da en el clavo. Pero no se te ocurra montar tu camión sobre la Guardia Civil. ¿Eh? ;D

    Precisamente me gusta tu blog porque dices lo que piensas. A veces no estamos de acuerdo, a veces sí. Tampoco estoy siempre de acuerdo con mis amigos, pero no hablo sólo para complacerlos.
    Eso es un blog.
    Te lo dice una seguidora inconstante pero fiel. ¿Es eso posible? Bueno, lo intento.
    Un saludo.

    @Angel Cabrera ese teclado te está provocando una úlcera jejeje. Y mira, digan lo que digan los demás, la gente que escribe en un blog lo hace para ser leída, salvo eso sí, que tengan el mismo en privado, que también puede ser.

    @Rhiannon eso es exactamente un blog, conversación y sobre todo respeto por el lector y el autor. Nada más.

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