Ya lo decía en la entrada en la que critiqué el nuevo gobierno Socialista. Y no es que criticara que esos dos Ministerios fuesen mandados por hombres o mujeres, la crítica fue por otros derroteros, pero es que dio la casualidad de que esos eran mandados por mujeres. El caso es que la crítica se centró en que la Chacón, esa mujer embarazada que se ha dado un viaje de los buenos para visitar a las tropas, no es que sea una Española aférrima, si no que más bien desea la República y la espera con ansia para que su hijo la vea. También critiqué de ella la forma de dar las órdenes a los militares, así tal cual palo metido por donde nunca asoma el Sol, y la desgana evidente que le asomó al gritar los vivas al Rey y a España. Recordemos también que las Ministras no se conocían entre ellas y ni si quiera los periodistas sabían de ellas. Eso dice mucho sobre lo que Zapatero ha tenido que buscar entre sus filas para encontrar a las mujeres que se merecen el Ministerio. Y eso ha provocado que algunos administrables hayan quedado fuera por el mero hecho de ser hombres. Y digo ahora que eso mismo lo hubiese dicho en caso contrario. Que parece que aquí, si una Ministra lo hace mal o está mal elegida, la crítica en vez de ser constructiva se convierte, por la gracia divina, en un vómito machista salido de la boca de un retrógrado asqueroso al cual le faltará tiempo para levantarle la mano a la mujer. Y es que como dije también el otro día, ahora se ha hecho efectiva la táctica cobarde que puso en marcha Rodriguez en la que cualquier crítica será absorbida por sus ministras, dándole a él un colchón en el que aguantar el chaparrón de la debacle económica en la que se está convirtiendo España, mientras las desigualdades entre CCAA aumentan con trasvases camuflados en conducciones de agua temporales. Lo dicho, ahora cualquier crítica será etiquetada de machista...y de eso no nos libraremos ninguno.

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