ElMosquitero

Días atrás hablé sobre el estado de la blogosfera en un artículo que muy brillantemente Victor rebatió, dando un repaso a la historia de lo que conocemos por Blogosfera. Aceptando que no todo el mundo tiene que tener la misma opinión que yo sobre los temas que se propone debatir en la blogocosa, acepto su planteamiento con alguna que otra reserva. Sabiendo también que mi visión es compartida por Raul en su entrada La Blogosfera...¿Sigue respirando?, o que la misma es tomada por nietzcheana por parte de algunos otros, me queda la duda de saber si realmente la gente se plantea este tipo de cuestiones, o las mismas tan solo nos atormentan a unos cuantos. Sabiendo como funciona esto de la blogosfera, puedo asegurar que este mismo artículo escrito por alguno de esos gurús que dominan los meneames y demás, hubiese generado una cantidad increiblemente mayor de respuestas (a favor o en contra) que las que yo he recogido. Tal como está ahora planteada la blogocosa, basando las actualizaciones en pings a distintos servicios de blogs (en este caso Bitacoras.com y Blogosfera) deberemos suponer que la noticia deberá llegar a todo el mundo por igual, pero lo cierto es que si uno de esos gurús no decide meter baza en una entrada que habla sobre la blogosfera, no lo hará tampoco ninguno de sus seguidores, que esperan conocer el punto de vista de su gurú particular, para dar su opinión (las más de las veces coincidente con la misma) sobre el tema. Y es que hay por aquí muchos que tienen en la palabra de su bloguer de cabecera, la palabrita del niño Jesus que en la escuela les dieron a conocer. Volviendo al principio de la entrada, recordaré un trozo de la entrada que Victor escribió el otro día y en la que insinúa algo con lo que no estoy de acuerdo. En concreto en el último párrafo de su entrada:

Puntualizo que mis palabras anteriores llevan la mejor intención de extender la conversación sobre un punto que considero -por la temática que elegí- me atañe. Y se agradecen todas sus opiniones al respecto, ya sea a la “manera actual” (devaluada por Toni) mediante un comentario o, si es de su gusto, a la vieja usanza, con una entrada en sus blogs.

Y es que aquí nunca se ha despreciado el valor de los comentarios. Es mas soy firme defensor de los mismos, lo que pasa es que creo que habría que diferenciar entre un comentario que completa una entrada y otro que valora la misma. Un buen comentario que se refiera a un tema como este (que es más ombligosférico que otra cosa) y que pretenda exponer una discrepancia sustancial sobre la misma, no puede quedarse en un simple comentario, que en el peor de los casos, pasará inadvertido para buscadores y demás. Además, por sesudo que sea el mismo, la conversación que se inica a raiz de la entrada, quedará enclaustrada en la misma sin posibilidad de ser descubierta más que por aquellos que puedan leer la susodicha. La conversación acabará allí, entre esos dos bloguers y en esa sola entrada. Si por el contrario se utilizan los comentarios para dar un pequeño punto de vista sobre lo escrito y ofrecer una valoración personal, estaremos utilizando los comentarios para lo que son, para comunicarse con el autor. Incluso haciendo un trackbak manual. Si lo que deseamos es debatir sobre lo escrito lo ideal (al menos para mi), es hacerlo a través de una entrada en la que dejes plasmada tu posición sobre el tema y permitas que la duda que se ha generado en ti al leer la entrada, le llegue a más gente y la conversación rompa con el monopolio del que la creó y surja por la blogosfera para ser debatida por todos y no por unos pocos. Un comentario puede completar una entrada, pero nunca sustituirla. Otro de los puntos que me hacen estar en desacuerdo con Victor, es aquel en el que define lo que son para mi los blogs profesionalizados, puesto que en su entrada pone como ejemplos a bloguers que hablan sobre empresas, cuando lo que para mi significa profesionalizar un blog es tratar de ganar dinero con él.

A que ya -al menos- hace 3 años 4 meses (sí, en la misma época en que tú descubriste los blogs a través de Spaces) había quienes tenían una visión profesionalizada -utilizando tu terminología- de los blogs.

El mero hecho de poner publicidad en el blog ya es un mérito suficiente para entrar en esa definición, puesto que se espera sacar un rédito de algo que empezó siendo un hobbie y ha acabado generando ganancias. Y no importa que las visitas de ese blog sean mayores o menores, o los ingresos que pueda tener, la simple intención basta para entrar en ella. Terminando con esta entrada, que empezó como un remolino de ideas que fueron contestadas por unos cuantos, debo decir que la blogosfera tal vez no esté tan muerta como pensaba, pero si que se haya convertido en demasiado seguidista de algunos bloguers. Y de esto hablaré otro día (aunque ya lo intente hace mucho).