Interesantísima reflexión la que me provocan los vídeos promocionales de The Guardian en los principios de los 80’s y que descubro gracias a Toni Piqué en sus dos posts en Paper Papers titulados “Cuando los diarios vendían periodismo y no coleccionables I y II”.

El eslogan de la campaña era The Guardian, the whole picture (la imagen completa) y en ella se detallaba el principal requisito que debía caracterizar a cualquier medio de comunicación que se preciara de serlo; la capacidad del mismo para aportar a sus clientes una imagen global, verídica y certera de cuanto ocurre a su alrededor, sin tic alguno de adoctrinamiento, parcialismo o hermetismo editorial encaminado a favorecer necesidades de terceros tanto en el ámbito político como comercial.

Vamos, que predicaban justo lo que ahora ninguno de los medios de comunicación del mundo mundial, ni siquiera ellos mismos, hacen, dicen o pretenden.

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