Yo leo muchos blogs. También muchos periódicos. Escucho muchas radios y también veo televisiones. Soy parte de esa ciudadanía que ahora puede decir que se informa con decenas de prismas diferentes. Soy, en todo caso, parte de ese pueblo que pensó que atendiendo a más puntos de vista, acabaría pudiendo desentrañar la verdad que quienes opinan intentan ocultar a quienes los escuchan.

Muchos de los medios tienen una línea editorial muy marcada hacia una parte del arco parlamentario. La mayoría, por no decir casi todos, siempre dirigen sus críticas en un sólo sentido. Esto mismo pasa también en la blogosfera. Este mismo blog es uno de ellos. No hace falta dar nombres, todos los que tengo en el blogrroll son un ejemplo claro de lo que acabo de decir.

Todos o casi todos, periodistas profesionales o simples aficionados al blogging como yo, acabamos padeciendo del mismo mal. Ninguno, profesional o aficionado, se salva de la quema utópica en que se convertiría la búsqueda de un periodista o usuario que nos ofreciera una imparcialidad y objetividad carente de toda duda.

Por eso, desde hace unos días, he intentado obligarme a defender a la parte contraria.

Pero no de forma gratuita y utilizando vaguedades que cualquiera pudiera echar por tierra con una verborrea más nutrida y compleja que la mía, sino con hechos, con datos, poniéndome en la piel del criticado. Y así salieron a la luz dos posts que claramente han acabado desentonando en este blog; No sólo es culpa de Zapatero y El peligro de convertirnos en simples voceros de los medios tradicionales.

Hay en el blog algunos ejemplos más como éstos dos que acabo de enlazar y que vendrían a demostrar la teoría, que yo sostengo, de que quienes deciden apoyar a uno u otro personaje con sus opiniones, lo acaban haciendo siempre bajo la convicción de que los otros defienden lo contrario a sabiendas de que mienten.

Así que hace días decidí plantarme frente al teclado y defender a aquel a quien en teoría y por convicción propia debía atacar.

Y lo pasmoso de la situación es que me resultó sencillo defenderlo. Utilizando la misma vehemencia con la que atacaba al amigo Jose Luís, conseguí en poco más de un cuarto de hora escribir un post en el que le eximía de toda responsabilidad por la crisis. Un cuarto de hora. Me bastó con ponerme en su piel, adoptar para mi las tesis económicas que él sostiene y en base a ello actuar conforme yo hubiese actuado.

Entonces comprendí que desde ese momento las noticas antes de comentarlas las debía verificar. Y es ahí donde uno se da cuenta de que muchas veces lo que se lee, ve o escucha, no se acerca tanto a la realidad como debiera. Es ahí cuando uno decide mirar a todos los que se encuentran a su alrededor con ojos mucho más críticos y comienza a sojuzgarlos a todos en base a si sus opiniones o noticias son meditadas, o simples reflejos automáticos derivados de informaciones sesgadas e interesadas.

Por eso ya no leo ningún blog (los medios son otra cosa muy distinta) con el prejuicio que da el saber hacia donde irán los tiros en sus artículos, sino que lo hago a sabiendas de que al leerlos y atender a lo que dicen, obtendré una visión mucho más cercana a la realidad de lo que la tenía cuando los ignoraba.

Es tan sencillo defender lo contrario de lo que uno piensa si se lo propone de verdad, que creo que la sugestión a la que nos sometemos todos a la hora de escribir nuestros posts es el peor de los enemigos que puede tener la imparcialidad y la credibilidad de nuestra propia bitácora. Es tan sencillo, que hasta te puede llevar a tener la convicción de que opines lo que opines, siempre estarás en parte equivocado. Y ahí se esconde la grandeza de la lección que aprendí estos días.

6 Comentarios:

    Cuenta la verdad. Eres alumno de Jesús Hermida, esto lo hizo cuando comenzaba la Teresa Campos, así que no veas la cantidad de años que han pasado.

    Yo alguna vez he intentado ponerme en la chaqueta de ZP, pero cuando lo hago me sale la palabra expropiación, que lo militaricen, congelen su sueldo....

    Cierto lo que dices en todo el contexto periodístico, pero recuerda siempre una cosa, cada uno cuenta la verdad que vive no la que le muestran por muy cierta que esta sea.

    Tú eres camionero y de carreteras y camiones le puedes dar lecciones a muchos, pero el de la oficina que coge el coche para las vacaciones y fines de semana, de todo lo que le cuentes NI PAPA amigo, es lo más normal.

    Al que la crisis le va bien, ya sabes lo que piensa, al que le va mal también y al que está en paro no tiene dinero ni para conectarse y si lo hace está tan harto que ni ganas de comentar.

    Un abrazo.

    @Senovilla qué grande el Hermida. Lo recuerdo de cuando estaba malito y mi madre lo veía después de 'Los ricos también lloran' jejeje

    La verdad es esquiva en el mundo de la opinión amigo. Por eso no hay que creerse a pies juntillas nada de lo que se nos diga. Y de lo que nosotros escribamos mantengamos la correspondiente distancia de seguridad, no sea que cualquier día se produzca un frenazo y nuestro uy! sea lo último que escuchemos en nuestra vida.

    Lo difícil no es pensar una cosa si no reflexionar sobre ella.

    @Logio desde luego, hay que saber dejar pasar las palabras una tras otra para que tengan sentido...

    Anónimo el 20 de enero de 2011, 17:38 dijo...  

    Zafra, Intereconomia, Popular TV, Es Radio, la COPE, no compten com a periodisme, aixina que deixa de traure conclusions del que sents-veus allí i obrí la teua ment a altres idees.

    Mira, creo que en ningún momento me he referido a esos medios de comunicación que mencionas. Creo, y perdona que te lo diga, que el cerrado de mentes es otro que escribe bajo el anonimato. Aquí se ha hablado de blogs, de artículos de opinión de personas de la calle que escriben en sus blogs y den nada más que eso.

    La conclusiones sobre los medios son las de siempre, Unos están vendidos a la derecha, otros a la izquierda y otros al nacionalismo. Y ninguno de ellos es veraz, imparcial y equánime.

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